Tras los sucesos ocurridos en Haití, compartimos una breve misiva enviada por su Secretario General, Gwenael Apollon en la cual comparte su apreciación en relación con la situación política, el estado actual de la YMCA en el país y sus proyecciones en el marco de la crisis sanitaria generada por el covid-19.
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Con el asesinato del presidente Jovenel Moise y el intento de asesinato de la Primera Dama, Martine Moise en su residencia privada por un comando de mercenarios la noche del 6 al 7 de julio de 2021, la crisis sociopolítica de 35 años ha dado otro giro.
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Se ha agregado un nuevo paradigma, teniendo como principales actores a la ONU, OEA, Core Group (EE.UU., Canadá, UE), la clase empresarial haitiana y la miríada de los gobiernos haitianos que han estado en el poder desde 1986 juntos, los cuales han fracasado estrepitosamente en la tarea de reorganizar el país fortaleciendo los pilares de gobernanza que son: salud, educación e infraestructura por un lado; y Justicia, defensa, policía, hacienda y economía, por otro. En consecuencia por estos serios problemas estructurales, se han sumado, especialmente durante los últimos tres años, problemas conjeturales de naturaleza económica como: COVID-19, inflación galopante, inseguridad (bandas armadas) y el caos generalizado provocado por manifestaciones callejeras violentas e incesantes. El colapso del Estado haitiano ha sido obvio para muchos durante bastante tiempo, siendo los países más grandes del mundo quienes deben compartir las fallas y responsabilidades por esta falla punzante en la que cada uno de ellos evade y disfraza el tema, evitando el nombre real: fracaso.
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Se ha decretado un estado de sitio de 12 días que permitirá traer de vuelta un poco de calma. Esperemos a ver qué pasa después, ahora que la crisis ha vuelto a cobrar una dimensión y carácter internacional generando que la ONU convoque a una reunión especial sobre Haití.
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Situación de la YMCA d’Haiti
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En 1999, la YMCA de Montreal parte de la YMCA de Québec, y la Alianza Mundial de YMCA, ayudaron a establecer la YMCA d’Haiti. Las puertas se abrieron en octubre de 2001 con un presupuesto de USD 15,000 anuales que han crecido hasta los 50.000 dólares por año en 10 años. En 2010, tras el devastador terremoto, la YMCA d’Haiti experimentó otra oleada de progreso extraordinario después de la ayuda extraordinaria de muchas YMCA, especialmente Y-USA-World Service que ayudó a formar una coalición de las YMCA de los Estados Unidos y Quebec, para hacer una ayuda más eficiente que alcanzó los USD 500,000 anuales.
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La pandemia covid-19 redujo el apoyo de la coalición justo cuando la organización estaba preparándose para construir las primeras partes de su independencia mediante el diseño de un nuevo plan estratégico en colaboración con sus socios.
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En 2021, el presupuesto de la YMCA d’Haiti es un tercio de lo que era en 2018, contando con unos USD 125,000 anuales y operaciones que se han visto reducidas en la misma cantidad. Somos 10 empleados divididos entre tres centros comunitarios y la Oficina nacional, para ofrecer ciertos servicios a la comunidad enfocados a la ayuda con las tareas y la escuela, deportes y educación, alimentación y espacio seguro, creándose un laboratorio para ofrecer cursos en línea a los miembros.
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A muy corto plazo, la YMCA d’Haiti desea ayudar a la población ayudando a distribuir alimentos y productos de higiene para las personas necesitadas de las ciudades de Port-au-Prince, Delmas y Laboule en el oeste, Jacmel en el sur, y Caracol en el norte. La cobertura y cantidad de raciones varía de acuerdo a lo recibido.
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Con la ayuda de Food for the Poor-Haití, servimos a tres comunidades una vez al mes, y podemos hacer mucho más. A mediano plazo, en septiembre, el curso escolar comenzará con una crisis económica en la que muchas familias se han empobrecido debido a la pérdida de empleo o apoyo familiar como resultado de las numerosas muertes de las y los jefes de familias bajo esquemas de violencia y covid-19.
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Como YMCA nos gustaría intervenir y reanudar los programas para becarios, interrumpidos por falta de fondos en 2020 y 2021 por lo cual, a largo plazo, la YMCA deberá trabajar en la construcción de una instalación deportiva que pueda generar ingresos. La donación de equipos de la YMCA de Filadelfia en 2020 ha permitido la apertura de un gimnasio que aporta ingresos locales a pesar de las turbulencias y que las negociaciones con el Instituto St. Louis de Gonzaga para construir un edificio para estos fines hayan quedado interrumpidas debido a la agitación política. Esperamos que al llegar la calma podamos reanudarlas.
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